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Tuesday, October 22, 2013

Sobre la enseñanza/aprendizaje


En estos días he tenido que ir a un curso de inducción de profesores, en la Universidad Iberoamericana. Es un requisito obligatorio para todos los profesores y consta de cuatro sesiones de tres horas, además de un examen final sobre el tema. Empezamos el lunes pasado y lo da una pedagoga, egresada de la Ibero. El curso trata de algo que llaman "competencias" y quiere decir que los profesores deben buscar estimular ciertas competencias en los alumnos, es decir, ciertas habilidades, actitudes, valores y conocimiento.

La realidad es que cuando empiezo a ver a los pedagogos y didactas hablar del tema, me doy cuenta que han hehco una ciencia de algo que no tiene mayor chiste, después de que tenemos cientos de años con la enseñanza tradicional: un aula con alumnos, pizarrón y profesor. Los métodos de la pedagogía buscan, supongo, que entendamos cómo entendemos y que aprendamos a aprender. Es evidente que hay mucho por investigar teóricamente, por ejemplo, en lo que significa el aprendizaje, pero la realidad es que para todo fin práctico, muchas veces tanta teoría sale sobrando.

En mi opinión, la enseñanza tiene ya dicho la mayoría de lo que tiene que decir y se puede observar en cualquier salón de clases. Hay alumnos que no les interesa la asignatura que uno da. Otros están muy interesados y unos más tienen relativo interés y finalmente lo que quieren es pasar la materia y listo, a otra cosa.

Y teorías pueden ir y venir. Se pueden hacer planes para mostrar los materiales a aprender de maneras más atractivas, más bonitas, y más si se usa la tecnología actual: multimedia, internet, etcétera. Sin embargo, hay un punto evidente: si no se involucra al alumno con el aprendizaje simplemente no va a aprender nada, no importa de qué manera se le presente la información que queremos que aprenda. Y eso no significa que no se intente presentar el material educativo de maneras atractivas, pero es evidente que eso es lo de menos. Quien quiere aprender, pues se tendrá que sumergir en libros muchas veces, sin ninguna ayuda multimedia, para aprender lo que tienen que aprender.

El problema es motivarlos a aprender algo. La realidad es que no tiene sentido enseñarle a alguien algo que no le interesa aprender. Y muchos alumnos piensan que muchas asignaturas no tienen mayor sentido hasta que de pronto ven la necesidad de saberla. Pero como en muchos casos las asignaturas no explican por qué se dan ni para qué temas en el futuro, los alumnos pasan a duras penas estas materias y cuando se presentan en las que hay que usar lo aprendido, padecen de nuevo, pues tienen que aprender lo que pasaron por alto y que ahora es una necesidad. Pienso que hay asignaturas áridas por naturaleza. No hay camino fácil al dinero, a la geometría ni al aprendizaje. Quien quiera aprender debe esforzarse y es condición casi sin equanon para que se dé el aprendizaje.

Hoy en día pareciera que el mundo light también tiene que serlo en la enseñanza/aprendizaje. Si damos clases en donde hay que pensar, en donde se exige la concentración de los alumnos, pues somos probablemente malos profesores. Pero es que pareciera que se nos ha prohibido, como maestros, hacer que los alumnos se esfuercen. Pareciera que todo debe dárseles "peladito y en la boca" para que lo entiendan. Hacer un esfuerzo es algo que debe dejarse siempre para mejor ocasión y además, los alumnos ya se sienten en muchos casos con la idea de que merecen la mejor calificación simplemente porque van a clases.

Yo creo que en general no hay aprendizaje si no hay esfuerzo. Pero para ello hay que trabajar duro, sentarse y poner en el escritorio el material por aprender y usar horas de la vida estudiando, haciendo ejercicios, poniendo a trabajar la mente, la cual hoy en día se distare con cuanta cosa hay en el derredor, incluyendo la red Internet. La enseñanza de un tema y el aprendizaje del mismo no se da solamente en el salón de clases, sino después de la sesión, en donde el alumno debería aplicarse por ver el material analizado y sacar sus propias conclusiones, pero bueno, esto es lo ideal. La realidad es que entre que los alumnos parecieran tener el control sobre las escuelas, sobre todo si son privadas, en donde parece un lujo que se pongan a trabajar, lo único que obtenemos como resultado son alumnos mediocres, que saben poco en la enorme cantidad de horas que pasan en las aulas.

Este problema, en mi opinión, se puede resolver leyendo la frase de Benjamín Franklin: "Si me lo dices, lo olvido; si me lo enseñas, lo recuerdo; si me involucras, lo aprendo".