Thursday, January 12, 2023

¿Por qué somos tercermundistas?

 


Si hacemos un análisis de lo que pasa en este país cotidianamente, encontraremos que somos un país que estamos sumergidos en chismes de vecindad, en una serie de escándalos de las figuras públicas, que vivimos un gobierno que nos ha dividido y solamente hay de dos sopas: o estamos con el presidente o estamos en contra de él. López Obrador, que quería ser un estadista es una fea caricatura de un presidente inepto, pésimamente preparado, que además se siente único, irrepetible y con la necesidad de ser la nota cotidiana. Este país trata sobre él, aunque sus decisiones sean estupideces evidentes. 


Pongo un ejemplo: cuando salió en la mañanera a decir que el avión presidencial se iba a rifar, los periodistas que atendían la conferencia se rieron, pero pronto cayeron en la cuenta de que AMLO hablaba en serio. Y el avión ni se rifó y fue un desastre económico. Pero eso no importó porque pasamos de un dislate a otro y de esto ha tratado este gobierno, el cual no tiene plan ni a corto plazo. Todo se hace improvisando, tapando agujeros y cambiando los pocos planes que supuestamente iban a funcionar. Así, tenemos que la ruta del tren maya ha cambiado tres veces al menos (y esto tiene un costo).


Y podría mencionar eso del sistema de salud como el de Dinamarca, aunque el presidente no esté siquiera informado cómo funciona dicho sistema y tampoco parece querer informarse. Peor aún, como prometer no empobrece, pues el presidente habla de esta promesa de un sistema de salud de primer mundo, aunque no sepa que en Dinamarca usan hasta el 8% del PIB (cuando en México no llega al 3%). Pero no importa, AMLO miente diariamente y ya ni se da cuenta.


Así pues, somos tercermundistas porque los gobiernos, este y los anteriores, no ven por los ciudadanos. Lo que buscan es mantener los privilegios de ser políticos, de estar en el poder, de decidir sobre los bienes de la nación de acuerdo a estas visiones personales, sesgadas y en ocasiones (muchas), equivocadas. El ejemplo más evidente de esto es el gobierno de López Obrador, el cual promete grandes obras, grandes cambios, etcétera, y es como la pitonisa que pronostica que habrá una hecatombe en una fecha determinada y llama la atención un rato para que al final, cuando se equivoca, se convierte en un evidente fraude. 


Mientras este país no tenga rumbo, no haya más que bomberazos, no se busque el beneficio de los que vivimos en este país y solamente se observen conductas infames, robos descarados, corrupción imparable, entre muchos otros males, nos quedaremos en "vías de desarrollo". No podremos salir adelante ni llegaremos a un nivel de vida aceptable. Tenemos un país que nomás en terreno es envidiable. La dificultad es la clase política mentirosa y aprovechada, que sólo ven para sí mismos. Y mientras eso no cambie, estamos condenados a mantenernos en el tercer mundo. 

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