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Friday, September 23, 2022

La triste mercadotecnia del presidente



Parece ser que es claro para muchos el hecho de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene que ser como un dios, que debe estar omnipresente. De hecho, más de un periodista indica que este gobierno se trata de AMLO. No se trata del país, de ver qué problemas tiene y cómo abordarlos. No, se trata de tener desde la mañana, a un presidente que hace una supuesta conferencia de prensa pero que en realidad es un foro para atacar a todo aquel que no esté de acuerdo con sus ideas. Y así, Andrés Manuel López Obrador sabe que la investidura presidencial le da una protección que impide que los periodistas reclamen o le busquen impuganr sus ideas, pero de pronto sólo se pierde esto cuando llegan periodistas del extranjero, los cuales muchas veces le hacen preguntas incómodas. El último espectáculo en este sentido fue cuando Jorge Ramos le fue a increpar la inútil  campaña de "abrazos, no balazos", que ha teñido de sangre al país con más de 130 mil muertes violentas.

Pero como todo se trata del presidente, cualquier evento de cierta relevancia debe ser anunciado/promovido/explicado por el presidente. El 19 de septiembre, por ejemplo, tembló en el país, haciendo que propios y extraños se preguntaran sobre esta coincidencia de que en los años 1985, 2017 y 2022, temblara precisamente el día que se conmemora (ahora), el trágico evento del terremoto del 85. Pero he aquí que  la 1:19 de la mañana del siguiente día, tembló de nuevo. Y entonces la propaganda presidencial salió a grabar al mandatario en una oficina llena de papeles, con un escritorio revuelto, en donde López Obrador habla con un general que parece informarle del tema sísmico. AMLO entonces aparentemente presiona las pantalla de su celular quizás para ver la hora. 

La cuestión es que la idea de poner este video público para mostrar como el presidente está siempre al pie del cañón, atento a cada cosa que ocurre en el país (sin importar la hora),  le hace un pobre favor al mandatario. Primero, se ve como una persona mayor y vamos, se ve le observa torpe en sus acciones. Y no sé si son esos 68 años que se carga (que tampoco son tantos), pero que muestra a un presidente como cansado, desganado, vamos, sin la mínima energía y sin convencimiento. 

Pero véanlo uds. mismos...


Si esa grabación es para promover al presidente y sus acciones, le hacen un feo favor los mercadólogos de la presidencia.

Saturday, September 30, 2017

De sismos y ciudadanía



Dentro de un par de días habrán pasado dos semanas desde el espantoso sismo del 19 de septiembre del 2017. Como pasó en 1985, la ciudadanía se volcó para ayudar a mucha gente que quedó atrapada en edificios y construcciones colapsadas. Como hace 32 años, el gobierno resultó casi de adorno y hoy, gracias a las redes sociales, hubo una comunicación que no se pudo tener en el 85.

Ahora los ciudadanos tienen voz y opinan -muchas veces sin bases- de cuanto tema se les ocurre. Las redes sociales guardan todos esos bytes de las infinitas discusiones e intercambios de opiniones y esto enriquece nuestro entorno muchas veces.

Sin embargo, cuando ocurren los sismos y pasa gradualmente la emergencia, entonces no faltan los personajes que en el sitio de videos más famoso del mundo, YouTube, expresan sus opiniones sobre lo que se debe seguir haciendo o bien, sobre lo vivido y lo que se espera que ocurra con la ciudadanía.

Y así tenemos a varios actores y actrices, como Eugenio Derbez, que siempre tiene que promoverse en cuanto lugar puede, a decir que él no esperaba ver que la ciudadanía hubiese actuado como actuó después de la sacudida que nos dio el sismo. Y supone que ya México cambió y que ganamos un nuevo México en donde la corrupción y el egoísmo se quedan atrás. Pero la realidad es que todo su discurso son palabras huecas porque hay algo que rebasa todas las buenas intenciones, el sobrevivir día a día.

Y sí, quisiéramos pensar que México cambió, pero no lo veo realmente. Por ejemplo, ¿se va a reconstruir la ciudad? Suponemos que sí por lo que sí por lo que dijo Peña Nieto. ¿Y los fondos apá? ¿Y la transparencia? Bien gracias. ¿Por qué nadie levanta la voz para que se dé una relación de donativos y del cómo se usará, del cómo acceder a ellos? De eso nada.

Lo grave es que todo eso los políticos lo saben y no dirán nada porque entienden perfectamente que con el correr del tiempo regresaremos a lo que es México, este país desorganizado, mal hecho, que no sirve (dixit Russek), en donde el que no tranza no avanza y en el que eventualmente los del poder decidirán sobre el futuro de todos nosotros pero siempre a favor de ellos.

Nada va a cambiar porque simplemente no hay líder moral en este sentido. Ya más de uno dirá que está López Obrador, y aunque no tiene cola que le pisen, es claro que con este país de tramposos y en donde jamás se respeta la decisión en las urnas, que llegue a la presidencia será imposible y por ende, terminará el Peje mandando al diablo a las instituciones y vivirá hasta su último respiro gracias a su partido, Morena.

Y lo peor es que si este escenario se cumple no pasará nada. Todo seguirá igual. El sismo cimbró 50 segundos a esta ciudad y quizás a este país por entero, pero será como esas catástrofes que habremos de apechugar porque la vida sigue. Yo dudo que algo cambie sin un líder verdadero, uno que ponga a temblar de verdad a la farsa institucional, uno que de verdad termine ganando las elecciones y juzgando a todos estos ladrones de cuello blanco que cada seis años llevan a este país a la quiebra. Mientras no exista algo así, todo habrá de pasar como si nada.

Y si alguien cree que las redes sociales, sus críticas, sus memes, sus videos, todo lo que se ve en ellas, incide para que las cosas cambien, pues les tengo noticias. No es así. Los políticos lo saben, los del gobierno lo saben. Son válvulas de escape de la ciudadanía en donde podemos mentar madres y decirle al presidente que chingue su madre, pero eso no cambia un ápice a este país, aunque quizás le da más calma a quien insulta al mandatario, el cual -cabe decir- ni nos ve y ni nos escucha.

Así pues, todo quedará en esas buenas intenciones, aunque de buenas intenciones esté empedrado el infierno.

Sunday, September 24, 2017

32 años después y seguimos sin aprender nada



México es un país en donde la simulación es cotidiana. Nos hablan de que hay leyes para todo, pero en el fondo todo termina en la corrupción en todos los órdenes de la vida. Y así como hay corruptelas para otorgar proyectos millonarios, también las vivimos cuando el policía nos detiene por una falta de tránsito, sea real o ficticia, que se arregla normalmente con una mordida. A eso mi hermano le dice "simplificación administrativa", en una de sus ironía.

Pero con el sismo del pasado 19 de septiembre regresamos a lo que ocurrió hace 32 años. Hubo un simulacro de sismo a las 11 am en todo el país, pero eso y nada es lo mismo, porque no hay compromiso, porque nadie se lo toma en serio, porque en dicho simulacro no se da nada parecido a lo que pasa en un sismo. Me explico: yo estaba en la sala de cómputo de la biblioteca de la Facultad de Ciencias, y me informaron que diez minutos antes de las 11 cerrarían la misma "para que todos fuesen al simulacro y nadie se quedara trabajando". Entonces, 10 minutos antes salimos todos de la sala de cómputo, con nuestras pertenencias.

Pero dos horas y 15 minutos después ocurrió el movimiento telúrico y ahí vi salir a gente corriendo, cosa que en principio debería de evitarse. Ahora el laboratorio donde daba clases se quedó vació en menos de un par de minutos y muchos alumnos no sacaron sus pertenencias. Simplemente dejaron todo en el salón (y así hice yo).

Y entonces comenzó una errática organización al respecto. Los ingenieros, coordinadores, y demás personajes académicos de la Facultad de Ingeniería, comenzaron a organizarse y lograron en menos de una hora tomar decisiones importantes. Cerraron la Facultad y hallé que toda Ciudad Universitaria sería desalojada.

Como no había transporte público, caminé desde la Universidad a casa de mi madre y no parecía haber daños en los edificios por el trayecto en el que estaba. Ya comenté que llegué a casa de mi madre y no había luz, la cual llegó a las  5 de la tarde y entonces enfrentamos las mismas escenas que se vivieron hace 32 años, y el mismo caos, y los mismos voluntarios espontáneos y la supuesta coordinación del gobierno en el desastre.

Con el paso de las horas y los días, ahora con Internet y las redes sociales, hemos leído sinfín de peticiones de ayuda, de material, de comida, de materiales como picos y palas. Y entonces se apela a la sociedad civil a que lleve generadores de electricidad, materiales como los mencionados, comida, agua, etcétera. Y no es que eso por definición esté mal, pero yo me pregunto: ¿Y el fondo para los desastres nacionales que tiene unos 9 mil millones de pesos, dónde está? No he visto que se haya comprado una sola pala, un solo pico, con dicho fondo. Y además de eso, tenemos empresas como Google y Facebook, en donde cada una ha donado un millón de dólares para ayudar en la tragedia. Salma Hayek donó 300 mil dólares y el Vaticano sólo 150 mil dólares, que me parece casi una grosería siendo el propio Vaticano, pero en fin. El asunto es que ¿a qué cuenta depositaron? ¿Cómo se puede acceder a ese dinero? ¿Por qué en este sentido nada se transparenta? ¿Cómo podemos saber los mexicanos que ese dinero se ha usado para lo que fue donado y no para embolsárselo?

La realidad es que de nuevo, estamos actuando como hace 32 años, pero con el agravante de que no aprendimos nada. Nuestra cultura de la prevención es otro mito del gobierno y además, a la hora de apoyar, el gobierno se hace "pato", como se dice coloquialmente, es decir, no se ve que realmente el gobierno federal haga su tarea. De nuevo, en su mayoría las cosas se están haciendo gracias al esfuerzo ciudadano.

Y me pregunto ¿por qué no hemos hecho nada en serio en estos 32 años? Tenemos a las fuerzas armadas que no entran ninguna guerra des de hace muchos más años y que cuesta al Estado mucho dinero. ¿Por qué no se organiza de verdad algo entre los militares y la ciudadanía para que en el momento de que ocurra el sismo estemos ya con un plan de trabajo? Sí, no podemos saber qué edificio se caerá y dónde habrá que acudir, pero si de verdad hubiese organización, bien podríamos tener de inmediato los fondos listos para ser usados en el desastre. Y si he pensado en las fuerzas armadas es porque ahí están, porque supuestamente tienen ya disciplina castrense y bien que mal, podrían organizar efectivamente las operaciones de rescate con un liderazgo claro, como por ejemplo, en lo que se refiere a suministros de agua, comida, materiales, motosierras, elementos de higiene, vendas, medicinas, etcétera.  Quizás, para evitar que con el tiempo esta organización se maleara o se corrompiera, debería haber un contrapeso ciudadano. Y tener un seguimiento constante porque creo que tampoco hemos aprendido que vivimos en una zona sísmica.

Yo no quiero pensar que de pronto un país nos invadiera porque si así fuera, no habría la mínima organización para repeler cualquier amenaza a la nación. En la Segunda Guerra Mundial, los Aliados trabajaron con disciplina y todo el desarrollo fue para apoyar el esfuerzo de la guerra. Hoy, que no estamos en guerra con nadie, no podemos lidiar con estas catástrofes naturales porque nunca nos hemos organizado de verdad, porque nos han vendido la mentira de la protección civil y de la cultura de la prevención. Nada de eso sirve.

Vamos, que lo más lamentable es que no veo ninguna iniciativa al respecto y con el tiempo olvidaremos todo esto que está pasando y nos acordaremos de nuevo cuando nos llegue el siguiente sismo. Parece que al mexicano le gusta improvisar y nunca se piensa preparar de verdad. Triste realidad que vivimos.