La elección presidencial se ha anticipado como nunca. Ya hay algunos candidatos que se mencionan cotidianamente, incluso con aquellos que dicen que aún es temprano para andar haciendo futurismo, aunque nadie les crea esto último. Los que más se mencionan son Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña y Ricardo Monreal, aunque este último no tiene el agrado del presidente López Obrador y aunque lo niegue el mandatario, esto se convertirá en la eliminación de este personaje, al menos por lo que respecta a MoReNa.
De Fernández Noroña ni hablar, es un impresentable que siempre se ha sentido con la verdad en las manos. Probablemente lo mantienen políticamente activo por ser un lamebotas más de López Obrador. Porque así como está de acuerdo con el candidato a presidente AMLO en que los militares deben regresar al cuartel, ahora con AMLO presidente está de acuerdo en militarizar al país. Repito, es un impresentable.
Por lo que respecta al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, creo que su edad será el peor de los problemas para convertirse en el candidato presidencial de MoReNa, el cual -aparentemente- sería garantía de ganar la silla presidencial. En mi muy particular opinión, no tiene posibilidades reales de ser el candidato de AMLO.
Nos quedan Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. De la Doctora Sheinbaum ya he mencionado lo que pienso de ella. Ha sido atrapada en la vanidad de ser la potencial candidata presidencial y se la ha creído. Pero para ello hay que ceder en todo, hasta en el mínimo respeto a sí misma. Sheinbaum repite las arengas de su mentor, López Obrador: "Primero los pobres", "No puede haber gobierno rico con pueblo empobrecido", etcétera. Ella -me parece- se siente la elegida del peje y entonces no duda en humillarse ante el inepto presidente. No importa nada con tal de llegar a la presidencia.
Con respecto a Marcelo Ebrard, hay que reconocer que al menos él ha dicho desde hace tiempo que quiere ser presidente de México y que para ello -menciona- se ha preparado los últimos cuarenta años. Habría que recordar "la escuela" de Ebrard (de acuerdo a la Wikipedia ): "Comenzó su carrera política como miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), teniendo el cargo de secretario general del PRI en el D.F. (1988 a 1992) y responsable de ganar las elecciones de diputados, asambleístas y senadores no habiendo perdido ni uno solo de los 40 distritos electorales del Distrito Federal; siendo después secretario general del entonces Departamento del Distrito Federal de 1992 a 1993 y subsecretario de Relaciones Exteriores de 1993 a 1994 ambos bajo la administración de Manuel Camacho Solís.
De 1997 a 2000 fue diputado federal postulado por el Partido Verde Ecologista de México pero nunca perteneciéndole, posteriormente fue secretario general del Partido de Centro Democrático y candidato del mismo a jefe de gobierno capitalino hasta que declinó su candidatura en favor de Andrés Manuel López Obrador del PRD."
Traducción: Ebrard viene del PRI (como López Obrador), por lo que no creo que sea un buen antecedente. Sin embargo, como es otro de los que más se mencionan y además, ya le han llegado a la vanidad de sentirse candidateable -valga la expresión- que no rechaza cualquier situación para hacerse promoción pre-electoral. Por ejemplo, pone el siguiente mensaje en Twitter, en donde dice que "2 de octubre no se olvida".
¿Por qué hace eso? Porque quiere ganar la confianza de aquellos que saben que esta matanza, cuya responsabilidad fue del gobierno de Díaz Ordaz, está como una herida abierta y entonces, negando la cruz de su parroquia, Ebrard pone su mensaje para ganarse simpatías. Pero seamos francos, no creo que exista quien le crea que su mensaje es auténticamente honrado. Es una estratagema más para ver si él se convierte en el bueno para el peje porque de nuevo, no importa las mentiras de López Obrador, él será quien elija a su sucesor.
Si Ebrard desde antes no me caía bien, ahora me parece deleznable.