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Saturday, January 21, 2017

Errores de bulto en el ajedrez de elite



En estos días se está jugando el torneo Tata Steel 2017, en donde la lucha es feroz. Los grandes maestros de elite compiten entre sí para ver quién es el mejor entre iguales, diría yo. Y hemos visto partidas maravillosas, ataques sorprendentes, cálculos fantásticos... y errores increíbles.

Hoy, en la ronda 7 hubo dos partidas en donde se presentaron errores muy raros en el gran ajedrez. La primera partida que veremos es Karjakin - Aronian. La posición de interés se dio después de 1. e4 e5 2. Nf3 Nc6 3. Bc4 Bc5 4. O-O Nf6 5. d3 O-O 6. h3 d5 7. exd5 Nxd5  8. Re1 Be6 9. c3 Bb6 10. Bb3 y aquí Aronian hizo una jugada literalmente perdedora: 10. ... f6??

¿Puede ver cómo ganan las blancas?



Karjakin - Aronian
Wijk aan Zee 2017
Juegan las blancas

Increíblemente, Karjakin, subcampeón mundial, que le dio tremenda batalla a Carlsen hace aproximadamente dos meses no vio 11. c4 y 12. c5, ganando pieza. Más curioso aún es que en sitios como Chessbase no se haya comentado este descuido del gran maestro armenio Levon Aronian. Así, en lugar de ganar la pieza, el rusdo jugó 11. d4 y eventualmente de todas maneras ganó.

La segunda partida es la de Magnus Carlsen vs Anish Giri. En esta ocasión el campeón mundial llegó a tener ventaja ganadora, pero falló para ganar la partida. Sin embargo, llegó a la siguiente posición:


Carlsen - Giri
Wijk aan Zee 2017
Juegan las blancas


¿Cómo continuaría usted lector/lectora con blancas?

Y aquí Carlsen no jugó: 56. Tc8+ Rg7 (56. ... Te8 57. Txe8+ Dxe8 58. Axe8 ganando) 57. Tf7+ Rh6 58. Th8# 1-0 No se puede creer.

Lo único que demuestra esto es que el ajedrez no es fácil, que la tensión en un torneo de esta categoría es enorme y que a los mejores cazadores se les va la liebre. Increíble, pero cierto.

Tuesday, November 29, 2016

El Campeonato Mundial entre Carlsen y Karjakin


Hoy ha terminado la primera fase del campeonato mundial de ajedrez. Carlsen y Karjakin han jugado doce partidas y se encuentran empatados a seis puntos. Mañana miércoles se jugarán partidas a 25 minutos -4 de ellas. Si persiste el empate, jugarán partidas a 5 minutos y eventualmente, de persistir la igualdad, jugarán un último partido en la modalidad "armagedón", en donde el blanco tiene 5 minutos, el negro 4 y el empate le da el triunfo al negro, es decir, las blancas, sea quien sea el que las conduzca, tendría que ganar esa última partida.

En  las redes sociales se ha criticado la falta de combatividad de Carlsen en la última partida de las 12 pactadas a tiempo lento. He leído notas de gente que se siente defraudada. Otros han dicho que es el mundial más aburrido de la historia, etcétera. Pero la realidad es que por una parte, no sé de donde sacaron que los jugadores estaban ahí para complacer al público. Vamos, que se han jugado partidas extenuantes (a excepción de la décimo segunda), y de eso no dicen nada. Les recuerdo a todos esos que creen que tantos empates en un encuentro por el título mundial es aburrido, que Kasparov y Karpov tuvieron un match que duró más de 6 meses y que se tuvo que suspender por agotamiento de los jugadores, a decir de Campomanes, el que fuese en ese momento el titular de la FIDE. Quienes critican a los contendientes del mundial por su supuesta falta de lucha no parecen haber jugado nunca al ajedrez de torneo. No parecen entender lo que esto significa, la tensión emocional, nada. ¿No hay sangre? Lapidémoslos -parecen decir.

Hay que decir que sí, a todos los aficionados nos gusta que haya partidas movidas, en donde los ajedrecistas arriesguen y desde luego, en este match se ha visto mucho cálculo, mucha técnica y aún así errores. Para colmo, con los motores de ajedrez -"engines"- ahora todos se sienten campeones del mundo y critican con ferocidad cualquier error, por pequeño que sea, de cualquiera de los contendientes. Eso es absolutamente injusto porque los consejos del ayudante de silicio minimizan todo el caudal de trabajo que los jugadores han puesto en el tablero.

Lo simpático de todo esto es que mañana, en las partidas rápidas, todos los críticos olvidarán estas primeras 12 partidas y si hay resultados favorables para alguno de los jugadores, entonces destacarán su valor, su bravura, su capacidad de crear situaciones de riesgo y peligro.

Vamos a ver cómo termina este match. Sigo pensando que Carlsen debe ganar, pero si karjakin logra doblegarlo, entonces tendremos a un nuevo gran campeón. Las emociones retornarán mañana y minimizarán las críticas cuando se empiecen a dar partidas ganadas a uno o al otro jugador. Los errores a 25 minutos serán más evidentes. Vamos a ver de qué están hecho estos grandes jugadores.

Monday, March 18, 2013

La obsesión del ajedrecista


El ajedrez es un juego apasionante. Millones de jugadores, de todos los niveles, de todas las fuerzas, juegan en torneos abiertos, ven los problemas que se publican en revistas y libros, analizan las partidas de los grandes jugadres, están en el ambiente ajedrecístico tanto como la vida se los permite y disfrutan incluso analizando en la soledad de la noche, un problema artístico.

¿Pero qué tan obsesivo es el ajedrecista? Todo dependerá de qué tan fuerte le haya sido inoculado el virus del ajedrez. Esto viene de una narración de Mijaíl Tal, en donde dice que cuando se tiene contacto con el ajedrez es como cuando de pronto nos cae el virus de la gripe. En el caso del juego ciencia, jugamos unas partidas y en el transcurso a casa ya el virus está en acción, como el de la gripe. Nosotros estamos contentos, pero ya vamos “enfermos”, por decirlo de alguna manera.

Los ajedrecistas más obsesivos son, desde luego, aquellos que dedican muchísimo tiempo al tablero y estos son -en general- los grandes jugadores del mundo. Por ejemplo, Fischer estudiaba aún después de haberse convertido en Campeón Mundial, todas las noches. Cuando vivió en Taxco, México, por unos seis u ocho meses, el excampeón se retiraba a su habitación a las 9 de la noche y salía de ella a las 3 de la tarde. Estudiaba toda la noche, hasta las cinco o seis de la mañana y entonces dormía. Y que conste, ya Bobby Fischer estaba retirado de los tableros.

Por ejemplo, Boris Gelfand -de acuerdo a las palabras de Karjakin, el gran maestro más joven de la historia- habla de cómo es la vida del ajedrecista ruso, con nacionalidad israelí ahora: “Para desayunar se toma unos ejercicios de táctica, después da un paseo para solucionar problemas de ajedrez a la ciega, en la cabeza. Para almorzar se toma un pincho de partidas de sus próximos oponentes y para cenar se toma el menú completo de análisis y estudios duros de sus propias partidas”.

Pero quizás debamos hablar de los exponentes más notables del ajedrez: los campeones del mundo. Garry Kasparov, por ejemplo, estudiaba incansablemente ajedrez. Boris Spassky, en contraste, decía que era flojo para agarrar los libros, pero es claro que eso es una broma. Nadie a ese nivel de ajedrez es flojo. Tal vez frente a las horas que le dedicaba al ajedrez, Spassky era flojo con respecto a Kasparov, pero evidentemente cada ajedrecista de esos tamaños dedica mucho, prácticamente todo el tiempo al ajedrez.

La viuda de Geller dice que su esposo, por ejemplo, murmuraba jugadas de ajedrez mientras estaba durmiendo. El propio Karjakin hace esta revelación: A la pregunta expresa: ¿Cuánto ha durado el período más largo en el que Ud. no ha pensado en el ajedrez? La respuesta asombra: Tres días. Fue en enero, después del torneo en Wijk aan Zee. Después he participado en una sesión de entrenamiento que ha terminado hoy.

Así pues, que sean estas meras muestras de lo que hacen los ajedrecistas obsesivos. El ajedrez, lo decía Víctor Korchnoi, es la vida y no parece ser nada más una frase ingeniosa.