La todavía ministra de la Suprema Corte, Yasmín Esquivel, no ha podido frenar el escándalo de su tesis (la que plagió), cuando era estudiante de la UNAM en licenciatura. Promovió un amparo para acallar a la UNAM, prohibiéndole hablar públicamente del tema. Sin embargo, la UNAM apelo a este fallo y el amparo se vino abajo. Y mientras la Comisión de Ética de la UNAM toma alguna decisión sobre el caso de la estudiante Esquivel (porque licenciada en Derecho en realidad no lo es), explota una segunda bomba contra la señora, pues ahora el periódico El País saca un artículo indicando que la misma ministra, Yasmín Esquivel Mossa, habría plagiado el 47% de su tesis de doctorado.
Las pruebas presentadas por el País son imposibles de refutar. Hay páginas y páginas completas totalmente copiadas de doce autores. Lo curioso, simpático o mejor dicho, lamentable, es que el abogado de la Sra. Esquivel indica que esos hallazgos del País no son plagio, sino errores al citar a otros autores. Defensa -si así puede llamarse- bastante patética, particularmente por referirse a una tesis doctoral. Vamos, y asumiendo -sin conceder que fuese cierto- que son errores en la forma de citar, nadie copa íntegras páginas y páginas de otros autores (incluso poniendo los pie de notas de los originales) y aún haciéndolo, ¿ningún sínodo le indicó que eso estaba mal? Los argumentos de ese abogado son tan burdos que termino por entender que no se le ocurrió a este señor ninguna idea para sacar al buey de la barranca. La aún ministra es una tramposa en toda la extensión de la palabra.
El título de doctorado, expedido por la Universidad Anáhuac, es absolutamente una mala broma. Los siete sinodales de la aún ministra -se ve- no revisaron la tesis y sólo cumplieron on el formalismo para que la señora llegara a ese grado. Por ende, los sinodales son tan responsables como la Sra. Esquivel, porque permitieron este plagio burdo. Curiosamente, la Universidad Anáhuac ha dicho que una vez pasados tres años de haber otorgado el título nada puede hacer. Sin embargo, parece que le quieren dar carpetazo. El siguiente video analiza las posibilidades de actuación de la propia Anáhuac, que ha demostrado con su deslinde en menos de 24 horas, que no se quiere meter en el tema:
Ivonne Filigrana, Doctora en Pedagogía, por la UNAM, tiene un canal en YouTube, "La Perspectiva Científica", y ahí ha hecho un análisis preciso de la tramposa Yasmín Esquivel. Pero véanlo ustedes mismos:
Ahora, con este nuevo plagio, las argumentaciones de esta tramposa se vienen abajo y probablemente, con más razón, la UNAM pueda concluir lo que nos dijo desde un principio y por ende, pueda tomar acciones como, por ejemplo, anular el título de la impresentable ministra y si eso hace, la SEP puede quitarle la cédula profesional. Quien siga creyendo que no hay lineamiento judiciales para esto, les remito a la nota que salió en Twitter, la cual muestra que la UNAM anuló el título de un alumno (por plagio) y que la SEP le quitó la cédula profesional. Ergo, sí hay mecanismos legales para actuar contra esta tramposa. Más aún, la Sra. Esquivel, con todos esos años de simular ser abogada, debería saber que es susceptible de ser juzgada penalmente por usurpar la función de un profesional en el servicio público. Vamos, que si no era suficiente que le despojaran sus títulos mal habidos, podría ser incluso sometida a 4 años de prisión por esta clara usurpación de funciones.
Es poco probable que la Sra. Esquivel sea juzgada y procesada por estos delitos. Se siente fuerte y arropada por López Obrador, en donde el contratista favorito del presidente es el esposo de la tramposa. Sin embargo, siguen brincando voces para que la todavía ministra renuncie a la Suprema Corte y probablemente con esto sepulte su carrera de abogada, de la cual no queda nada.
En mi opinión, la Sra. Yasmin Esquivel renunciará. No puede seguir fingiendo demencia. Está acabada.