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Sunday, March 11, 2018

Sobre el caso de la misoginia de Yordi Rosado



Ya mencioné aquí en el blog que en el programa de radio del locutor Yordi Rosado, que se transmite en Exa FM (104.9) a las 10 am de lunes a viernes, se hizo un comentario misógino de manera pública. Todo el episodio puede leerse aquí. Me quejé con el defensor de las audiencias MVS, el Lic. Francisco Campuzano Lamadrid, quien ha llevado cuenta puntual del asunto y que contestó en tiempo y forma. Esta fue su respuesta



Como quizás ya suponía, la respuesta no parece defender a ninguna audiencia. Le confirmé de recibido y al día siguiente redacté mi respuesta:


Estimado Lic. Francisco Campuzano Lamadrid

Agradezco la atención a mi queja, pero tengo dudas. En el podcast que existe sobre este programa de radio, el cual está convenientemente editado, en ningún momento de la entrevista con el personal de la Escuela Canina Rangel, Yordi o el otro comentarista hacen una pregunta refiriéndose a la dificultad de educar a un perro o una perra. Esto se hizo, quiero creer, cuando ya la entrevista había acabado y los locutores estaban haciendo los comentarios finales, en donde ya no estaban participando los de la escuela canina mencionada.

Yo puedo entender que hay subjetividad en muchas expresiones, pero el hecho de que las expresiones que nos ocupan se hayan hecho ya fuera de la entrevista hace pensar que no hablaban ya de perras y perros, sino de particularmente mujeres. Pero puedo estar equivocado. ¿Podría mandarme el mp3 del programa (al menos en la parte de interés), para
corroborar o desmentir lo que digo?

Y me pregunto: ¿Confrontaron a los comentaristas sobre este episodio particular? Porque quiero suponer que si son a quienes he señalado, bien deberían tener qué decir. El asunto es que no estoy conforme y me parece lamentable tomar con tan poco interés un tema de misoginia que no puede encubrirse ni justificarse. Yo habría esperado una reacción
más cuidadosa en favor del auditorio cosa que veo, deja mucho que desear.

Los locutores serán "chavos", serán lo que usted guste y mande, pero no pueden ni remotamente permitirse ese tipo de malos entendidos ni de bromas de doble sentido. Yo particularmente considero que se están burlando de mi queja.

Atentamente
Manuel López Michelone

La queja tuvo respuesta (cosa que me sorprendió, reconozco), y el Lic. Campuzano me habló por teléfono para platicarme del asunto. Coordinamos el vernos y el martes en la mañana lo veré. Cabe decir que Pilar es la más indignada. Ella estaba conmigo en el taxi cuando se estaba dando la transmisión del programa en cuestión y de inmediato se molestó ante el comentario misógino. De hecho, ella ya inició una campaña en Change.org para que los locutores, Yordi Rosado y Manolo Fernández, se disculpen públicamente y además por escrito. Pero vamos a esperar a ver qué dice el Lic. Campuzano. Habrá que tener toda la información del caso.

Seguiremos informando.

Cabe decir, sin embargo, que el problema -me parece- va más allá de esta expresión de Rosado y Fernández. El asunto es que en este país podemos suponer que el doble sentido es parte de la idiosincrasia mexicana y que debemos tolerar toda expresión en este sentido, porque es "chistosa", porque "es muy mexicana". Pero no estoy de acuerdo. Siempre he pensado que el doble sentido del mexicano, basándose en connotaciones sexuales, mención implícita de los genitales, de la escatología, etcétera, no es ni siquiera gracioso. Es vulgar, corriente y además, indigno de toda persona con un mínimo de cultura.

Como ejemplo de esto pongo el cartel de una película en donde sale Adrián Uribe, un cómico de Televisa, el cual protagoniza una película (próxima a estrenarse), llamada "Tuya, mía... Te la apuesto", y que como subtítulo dice: "Para ganar hay que tener balones". ¿Es esto gracioso? La connotación al valor, a "tener huevos" poniéndolo como "balones" ¿es simpático? Más de uno me dirá que "no es para tanto" mi diatriba, pero de nuevo, creo que quien piense así se equivoca. Sí es para tanto y basta de tolerar que "así se expresan los chavos" y que no hay afán de insultar a nadie. Aunque no haya afán, este tipo de expresiones hablan de nuestra pobreza cultural y esto nos pinta como verdaderos ignorantes, por decir lo menos.

Wednesday, September 07, 2016

Los absurdos de Change.org



Dice Wikipedia: “Change.org Inc. es una organización o corporación constituida legalmente como persona jurídica cuyo negocio incluye la venta y prestación de servicios mediante envíos masivos, listas de correo electrónico y servicios derivados. Change.org además actúa como blog y lugar de acogida libre y pública de peticiones por internet de carácter cívico, reformista, social y en general reivindicativo del cumplimiento de los derechos humanos aunque en él tienen cabida todo tipo de peticiones”.

Change.org es, en principio, una plataforma para hacer cualquier petición.


Y el mecanismo funciona así: Cualquier entra a la página de Change.org y escribe una petición, que puede ser tan banal como “Pongan más basureros en el Parque México” o bien “Lucha contra la homofobia desplegada contra el personaje X”. Y entonces la gente entra y firma de forma electrónica la petición a la que se hace eco.

Se deben juntar un número de firmas y asumo que esto entonces se manda a los interesados, para que sepan que hay una petición al respecto. El volumen de firmas haría suponer que podría dar más peso a que una petición sea analizada y aceptada.

Cuando una petición tiene éxito, Change.org en su página le llama “victoria” e incluso, pone las llamadas “victorias destacadas”, como pueden ser: “Los michoacanos dijeron NO al reemplacamiento vehicular”o “¡Autorizaron el uso de cannabis medicinal para Alina!”.

Pues bien, una petición que empezó a tener firmantes fue la de pedir que sacaran a Nicolás Alvarado de TV UNAM. No había mucho movimiento en la cantidad de firmantes de esto pero cuando el personaje en cuestión escribió un artículo en contra de la música del cantante recién fallecido Juan Gabriel, inmediatamente empezó a crecer el número de firmas. No sé si llegaron a la meta buscada, pero Nicolás Alvarado no soportó la presión y presentó su renuncia a TV UNAM, que fue aceptada por el Rector.

Y éste es el punto crítico: ¿Puede una petición como la publicada contra Nicolás Alvarado, que era más producto de que a mucha gente este señor le cae mal, le es antipático, con o sin razón, debería siquiera ser publicada en Change.org? ¿No está entre los lineamientos de Change.org el publicar peticiones por internet que sean de carácter cívico, reformista, social y en general reivindicativo del cumplimiento de los derechos humanos? ¿El aceptar la petición contra Alvarado no va contra el derecho de cada ser humano a expresar su opinión sin cortapisas? ¿Qué le da derecho a Change.org a apoyar semejante petición?

Y entonces, he estado esperando que salga alguien de Change.org a decirme qué pasa. Quisiera saber cuándo van a anunciar en su página web esta “victoria” porque lograron “correr” de su chamba al periodista mencionado.

Y que conste que por Twitter he esperado el anuncio. Les he escrito todos los días esperando ver cuándo se van a expresar los de Change.org sobre el tema. Supongo que deberían decir que ha sido una “victoria notable”, quizá. En mi opinión, la petición de quitar a Nicolás Alvarado solamente colaboró con el descontento que se tenía del este señor, que se amplificó cuando escribió su lamentable artículo acerca de Juan Gabriel.

Pienso que Change.org no debe usarse para denostar a nadie y el hecho de que hayan dado paso a la petición habla del absurdo de semejante organización. Por eso creo que no son capaces de contestarme porque bien saben que el siquiera haber permitido que la petición apareciese en su portal es una afrenta a la libertad de expresión. Por eso no dicen nada. Simplemente esconden la cabeza como avestruces, a ver si así se nos olvida.

Vamos a ver si tienen la cortesía de responderme.

Friday, September 04, 2015

La hipocresía humana



No voy a poner la foto del niño de 3 años sirio que aparece ahogado en la playa. Es una de esas imágenes que puede estremecer a cualquiera sin duda. Desde la publicación de la foto en las redes sociales han salido las más diversas voces a pedir que los países le den asilo a los refugiados. Vamos, hasta una propuesta en Change.org por parte de algún mexicano pidiendo que nuestro país abra las puertas a los que están en esta problemática.

La realidad sin embargo, es otra. Los usuarios de las redes sociales -ya lo he dicho antes- son los mejores activistas de sillón y se indignan con justa razón por este tipo de acontecimientos, pero no hacen nada. Veamos: supongamos que el gobierno de México acepta a los refugiados. ¿Dónde los va a meter? ¿Quién se encargará de sus necesidades básicas: comida, higiene, servicios de salud, educación? De eso nadie dice nada. Nomás apelan a que "recibamos a los refugiados y ya, porque es cierto, son personas que la están pasando verdaderamente mal. Pero la petición no involucra a quienes la hacen. Es muy fácil decir: "¡Hágase A, B o C! ¡Y hágase ya! Y si se les ignora entonces podrán decir que el gobierno es criminal, que no tiene corazón, que hay que hermanarse con los que están en tragedia, etcétera.

Pero ¿qué hacen estos peticionarios? Nada real. Puras palabritas en las redes sociales indignándose y exigiendo solución a problemas de otros países cuando en el propio tenemos dificultades que si las tomáramos en cuenta, no tendríamos siquiera tiempo para ver qué pasa fuera del país. Así pues, se me ocurre pedirles a todos estos que piden que México acoja a los refugiados, que hagan algo en favor no de esa pobre gente, sino de la nuestra, en donde más del 50% de la población mexicana vive en la miseria. ¿Qué tal acoger a una familia de cuatro personas, de nuestro país, y les demos refugio en nuestras casas? ¿qué tal darles alimento, servicios de higiene, un lugar para dormir y si se puede hasta educación? ¿qué tal tenerlos en nuestras casas un mes y así los ayudamos? ¿No sería mejor ver la viga en el ojo propio en vez de ver la paja en el ojo ajeno?

Y sí, el mundo es muy complejo y problemático. Lo que viven estos refugiados es terrible, pero es igual de terrible lo que viven muchos de los mexicanos y ni quien se acuerde de ellos. Estos activistas de sillón, si no quieren caer en la hipocresía absoluta, deberían actuar en consecuencia. Y si pido estas acciones es porque pedirles que donen a esta causa de los refugiados es inútil considerando que nunca sabemos si nuestros donativos de verdad llegan a los afectados. Entonces tomar el toro por los cuernos me parece más razonable. Vivamos esta indignación e intentemos ayudar no aun refugiado sirio, sino a un compatriota que está igual o más amolado que el de otro país. ¿Quién se apunta? ¿Quién dice yo?

Saturday, July 11, 2015

Para la comodidad del revolucionario de escritorio


Los países, todos, tienen sus propias políticas. En algunos de ellos son de rajatabla y quien se sale de las normas consideradas puede sufrir serios problemas. Vamos, si ponemos el peor de los ejemplos, en Corea del Norte, el dictador de ese país puede mandar matar a su Secretario de la Defensa si se queda dormido en un acto público. En otros países, las reglas no son tan salvajes y la gente busca de alguna manera protestar ante lo que le causa alguna dificultad en su cotidiano vivir. En Estados Unidos vemos, por ejemplo, que los que protestan por algo salen a la calle con sus pancartas y cartulinas, y giran alrededor del edificio donde se encuentran los funcionarios que han dictado una norma que les afecta. Jamás se les ve bloqueando las calles o causando problemas de tránsito.

En México las cosas son diferentes: como los funcionarios públicos hacen normas muchas veces injustas, tomadas desde las rodillas, sin el más mínimo análisis, la gente sale a la calle a protestar. Como no le hacen caso, entonces deciden tomar calles y avenidas. Y entonces un grupo de unas 30 o 50 personas son capaces de bloquear por horas una vía rápida o de alta concentración de automóviles, con la consecuente molestia y pérdida de tiempo para los capitalinos, porque esto afecta muchas veces otras zonas de la capital, por ejemplo.

Pero hay alternativas en Internet: las redes sociales, en donde una serie de revolucionarios e inconformes se quejan amargamente de algún tópico. Todos ellos son perfectos que jamás cometen ningún error, son ciudadanos maravillosos que saben todo lo que hay que hacer en este país y entonces, a través de Twitter y Facebook deciden "tomar acción" y protestan por las cosas que pasan en nuestro país y que son cada vez menos tolerables. Son estos personajes de sillón los que creen que con poner "me gusta" o hacer una denuncia por Twitter o Facebook están haciendo algo.

Pero más allá de esto, muchos apelan al sitio Change.org, donde estos ejemplares ciudadanos proponen iniciativas para ser firmadas por otros para que, de alguna manera, se haga presión sobre los funcionarios y gobernantes y se limiten las normas o leyes que nos afectan y que quizás con firmas acumuladas de internautas puedan tener un resultado final favorable a sus causas.

Pero... ¿funciona esto? La realidad es que para entender el asunto, habría que entrar a change.org y ver qué clase de propuestas hay y cuáles han sido resueltas favorablemente para los quejosos. Por ejemplo, hay una iniciativa: "Castiguen al "Piojo" Herrera por promocionar al Partido Verde", que busca 50 mil firmas y que ya tiene 37,996 participantes. Otra: "Que Cinépolis baje precios en alimentos y bebidas", que busca 150 mil firmas y tiene 99,346 participantes. La verdad es que estas iniciativas suenan lamentables, pero en fin. Veamos otras: "#CarmenSeQueda. A que juntamos 100 mil firmas #EnDefensaDeAristegui", que busca 300,000 firmas y tiene 225,997 participantes. Pero ojo, no se quedará Aristegui en MVS Radio porque al ser una empresa privada, no tienen que restituirla en su puesto. Le tendrán que pagar su liquidación si bien le va, pero Aristegui no regresa a MVS. Los Vargas no la quieren. Así, es una iniciativa que puede ser muy loable, pero que choca ante algo muy simple: un empleador puede decidir quién trabaja en su empresa y quién no. Ninguna ley le puede obligar a tener a un elemento que no quiera.

Hay peticiones ridículas, como "¡Cursos de Derechos Humanos y Teoría de Género para el Instituto Cumbres y su última generación!", la cual se dio a partir del video que hicieron unos estudiantes de dicha institución escolar. Hay 21,586 participantes y se busca que sean 25,000. Una más: "Consorcio Unicode: Incluyan emojis gay / Include gay emojis". Ya no la pienso comentar. Francamente me parecen peticiones absurdas en el mejor de los casos.

Yo creí siempre que change.org era un sitio que buscaba algo más sustancial e importante para beneficiar a las sociedades. Pero no, es un cúmulo de peticiones por demás ingenuas que no llevan a ningún lado porque por ejemplo, imaginemos que se juntan las firmas para que el 'Piojo' sea castigado... ¿y será castigado? ¿La presión de las firmas hará algo? No. No pasará nada.

Pero veamos, por ejemplo, las iniciativas que llegaron a buen fin y que por las firmas de los internautas, la presión fue tal que se logró un cambio:  "Eliminen los estados de "Me siento gorda" y "Me siento fea""(de Facebook). ¡Victoria confirmada! dice el sitio en cuestión. Es decir, ¿para eso sirve change.org? Yo esperaría que influyera en asuntos de verdadera importancia. No si el costo de las golosinas en Cinépolis es exagerado, porque finalmente, así es el mercado libre. ¿No te gustan los precios que ponen? No vayas al cine. No hay iniciativa a base de firmas que vaya a cambiar esto, por favor.

Todo esto es parte probablemente de esta idea de que podemos incidir en las decisiones que se toman en nuestras comunidades, pero la realidad es que los gobiernos no toman decisiones a partir de peticiones con apoyo de firmas. Es una manera de que los comodinos revolucionarios de sillón desde sus casas, sientan que hacen algo, porque francamente, no tengo otra explicación.