Hace una semana, aproximadamente, me invitaron a una convención de cómputo en los Estados Unidos, que se lelvbará a cabo la segunda semana de junio. La empresa que me invita (ya hablaré de ello cuando regrese de mi viaje), corre con todos los gastos de hotel, comida y avión, además de los costos de las conferencias. Hay muchos temas que se tratarán ahí, como supercómputo, OpenCL, etcétera. Suena fenomenal la posibilidad de ir y empaparse más de estos temas.
La encargada de relaciones públicas de la empresa en cuestión me llamó y le dije que me haría muy feliz ir, pero que tenía que arreglar mi visa a los Estados Unidos, que se había vencido en el 2010 y que no había renovado por desidia, porque no sabía cuándo viajaría de nuevo a los Estados Unidos y porque me parecía un poco absurdo pagar 160 dólares por el trámite si no pensaba en viajar a la Unión Americana.
Le dije a la de relaciones públicas que buscaría obtener la visa de la manera más rápida, pues la conferencia en cuestión es del 10 al 15 de junio. Entré entonces a la página de la Embajada Norteamericana, a los trámites de visa de no inmigrantes. Navegué el tiempo razonable hasta entender qué tenía que hacer. Entonces llené el formulario B1/B2 (visa de turista/negocios), en donde hacen preguntas como: "¿quiere usted viajar a EEUU para cometer actos terroristas?", lo cual todos contestan que
no y aparentemente es una pregunta absurda, pero tiene un trasfondo legal: Si alguien consigue visa para cometer un atentado en los EEUU y lo atrapan, aparte de fincarle las responsabilidades legales y penales por su acto, tendrá agregadas las de mentir a la autoridad (al llenar el formulario con mentiras). Una vez llenado el largo formulario (por internet), pagué con la tarjeta de crédito la cuota que pide el gobierno estadounidense y pasé a sacar cita para ser entrevistado por un funcionario norteamericano, el cual es quien decide, eventualmente, si se te otorga la visa o no.
En realidad hay que sacar dos citas, una en la Embajada y otra en el CAS (Centro de Atención y Servicios). De hecho, la primera cita es en el CAS donde a uno le toman las huellas dactilares de los 10 dedos, como si uno fuese un criminal, y le toman una fotografía. Cabe decir que al menos no toman fotos del iris como hacen en el SAT. Reconozco que este procedimiento me incomoda, porque resulta que porque hay un malo en la película, todos pagamos justos por pecadores, amén de que pienso que viola el precepto que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. En fin, si quiero la visa me tengo que aguantar este asunto.
Debo aclarar que como necesitaba una visa a la brevedad, pedí el trámite como de emergencia. Sólo califican en este quienes tienen que ir a EEUU por un problema de salud, o bien por un acontecimiento muy importante (un funeral), o bien, el atender a una conferencia. Como califiqué para la petición a modo de emergencia, escribí a un correo en particular mi petición, demostrando la necesidad que se me diese la visa a la brevedad y finalmente en unos dos días hábiles, recibí la confirmación para presentarme el pasado 1 de junio a las 7 am en la calle de Hamburgo donde está el CAS. Es importante decir que los de la embajada pueden rechazar la petición de trámite de emergencia. A mí me pidieron la invitación por escrito a la conferencia.
A todo esto, hacer cita vía Internet es la manera más simple aparentemente, pero para ello, aparece en la página un calendario mensual (me suena a código en
javascript), en el cual uno da click a la fecha a la que quiere asistir a la cita. Pasé más de una hora intentando hallar espacio para una cita. El sistema siempre me decía que el día que había elegido no había ya citas disponible. Se me hizo raro, pero pasé mes con mes hasta diciembre del 2013 y no era posible sacar cita. Volví a entrar a la página una y otra vez intentando ver si era el navegador que usaba (probé con Firefox, Chrome e IE). Finalmente algo pasó y pude obtener cita para los primeros días de julio. Sin embargo, esta cita podría cambiar por mi petición de pedirla como visa de emergencia
Cuando fui al CAS hubo cosas curiosas: A eso de las 6:50 am, un uniformado del edificio en cuestión salió con un altavoz y pidió que solamente hiciésemos cola los que veníamos a la cita de las 7 am. Los de las citas posteriores se les llamaría con ese mismo procedimiento. Nos dijo que estaban prohibidos todos los artefactos electrónicos: iPods, reproductores mp3, teléfonos celulares. Obviamente casi todos portábamos el celular. Entonces, ante el problema de no poder entrar con el teléfono a hacer el trámite, el uniformado dijo que teníamos que apagarlo y quitarle la pila. Todo esto es absurdo, porque finalmente ya el celular esw prácticamente cotidiano. Y entonces procedimos a donde se toman las medidas biométricas. Terminado ese trámite, caminé a la Embajada yme formé en la cola de rigor. Había una para quienes pidieron la visa de emergencia, pero no hubo mucha diferencia con aquellos que estaban sacando su cita normalmente para ese día. Me dieron un número y esperé a que éste apareciese en la pantalla luminosa que está antes de unos escritorios.Ya con mi turno me pidieron mi pasaporte y la hoja que demostraba que había hecho el trámite. De ahí, pasé a verificación de huellas dactilares, en donde me quedó claro que le piden a cada uno de los que piden visa que pónga un dedo (no siempre el mismo), en un aparatito que lee la huella digital y la compara contra las que tienen en el CAS de forma automática. Me di cuenta que piden cualquier dedo de cualquiera de las manos. Con ello -quiero creer- se busca que quien puso los datos biométricos en el CAS sea la misma persona que va a la entrevista.
Terminado ese trámite, me volví a sentar, ahora sí a esperar que me llamaran para la entrevista. Finalmente llegó mi turno, me fui a la ventanilla y un amable funcionario me pidió mis papeles, además de preguntarme a qué me dedicaba. Le dije que era físico y que trabajaba en la UNAM. Contestó con un "es investigador" y le dije que sí, además de dar clases. Entonces el funcionario tecleó frente a la computadora no sé qué tantas cosas y me dijo: "es todo, su visa ha sido otorgada". Me dijo que me llegaría en 7 a 10 días hábiles. Le mecioné entonces mi urgencia para viajar y me dijo que mañana lunes tendría que pasar por mi visa a la propia embajada a lasa 3:30 pm.
Salí a las 10:30 aproximadamente de todo este trámite. En realidad no hubo entrevista como la esperaba. Nada de demostrar ingresos o probar que uno nomás quiere ir de paseo y no quedarse a vivir en territorio norteamericano. Como los viernes no circulo, me tomé un taxi en la Embajada en donde el taxista me dijo que era de ese sitio y que en su experiencia de cada 100 que piden visa, solamente se la dan a unos 20. No sé si sea cierto esto, pero es una percepción interesante.
Adelanto que ahora que regrese de mi viaje, escribiré de esta experiencia, además de hablar de supercómputo.